Hablando de mares

Hubo una época en que Santa Fé era el lecho de un mar cálido y poco profundo: el llamado Mar Paranaense o Mar Bravard. Sí, Santa Fé estaba bajo el agua, tal como lo estaba gran parte del territorio argentino. Desde Buenos Aires hasta llegar a parte de Salta, Misiones y Río Negro. Así era el mapa de ese paisaje hídrico:
En ese mar habitaban delfines, tiburones, rayas... hasta focas
Dicen que la última gran ingresión atlántica a nuestro territorio fue hace, promedio, 10 millones de años... Pero hubo ingresiones 'menores' que llegaron a Santa Fé más recientemente: hace 'poquitos' cinco mil años y que se retiran hace sólo 4 mil.
Todos estos avances y retrocesos seguidos de nuevos avances del mar se explican como consecuencia del proceso que dio lugar a que emergiera la Cordillera de los Andes.
Parece ser que la denominada placa sudamericana sufría de contracciones y extensiones que elevaban y hundían el terreno intermitentemente provocando el avance y la retirada de las aguas del mar. Y, como consencuencia, la formación de humedales y lagos en las zonas más deprimidas.
En el intermedio, los expertos relatan también un tiempo en que en la zona sur de Santa Fé se conformó un mar, pero ésta vez, de dunas de arena. Lo llaman "mar de arena pampeano" . Al parecer, la formación de este desierto estuvo relacionada con el último máximo glacial que se verificó hace 18 mil años y con vientos fríos y secos que arrastraban material desde la Cordillera hacia el este, sumándose a los sedimentos arrastrados por el mar en sus periódicos avances.

Mares que avanzan y retroceden, hundimientos y afloramientos de tierras; glaciaciones y deshielos. Si bien muchos explican los procesos que dan lugar a las grandes ingresiones marítimas en términos de eventos geológicos, otros suman y consideran centrales en esos procesos a los cambios climatológicos que marcan la interrupción de los períodos glaciales y la aparición de los veranos interglaciales.

A lo largo de los últimos cien mil años, Santa Fé fue desierto durante los largos inviernos glaciales y zona inundada durante los veranos en el inter glaciaciones.

La pregunta del millón: ¿hoy estamos en primavera o en otoño?

Entre colinas y mares

A veces, mientras nos entretenemos buceando por los Mares de la Depresión, se da el caso que están lloviendo buenas nuevas en la Colina de la Felicidad. Y ni nos enteramos. Porque estamos buceando.

En fin, esta es una imagen nomás, que espero sirva para retomar el contacto y contarles que, durante este tiempo ausente, llovieron buenas nuevas en mi propia colina, muchas de ellas relacionadas con este blog y varias, con nuevos datos para proseguir la ricerca.

Y yo en el mar.

Moraleja: cuando nos cansemos de permanecer en la colina esperando que caiga una alegría, no nos vayamos tan lejos.

Evitemos siempre el Mar de la Depresión o, si no podemos evitarlo, procuremos que el chapuzón sea breve. Preferible quedarse en el Valle de la Esperanza. Desde allí podremos ver mejor qué esta pasando en la colina, que lo que veríamos desde el fondo del mar.