Aiutateci a non far morire il piemontese!

Así cierra la página de inicio de este sitio dedicado a la preservación del dialecto que hablaban nuestros abuelos.
Tienen un excelente diccionario piamontés-italiano e italiano-piamontés, así como notas de gramática para aquéllos que estamos intentando tomar contacto y recuperar aunque sea un poco la lengua que hablaban nuestros ancestros.
Invitan también a participar a los que conserven memoria de palabras, cuentos, canciones... para lo cual ponen a disposición un módulo de contacto.
En fin, está piola.

Y aunque no pertenece a ese sitio, nos ha parecido bueno cerrar el día de hoy con esta imagen, que nos acerca el Padre Nuestro en piamontés. Para empezar, vió?

Agradecemos a http://www.christusrex.org/www1/pater/images/piemonte.jpg el habernos permitido tomar la imagen para compartirla con ustedes desde este espacio.

Chucho Berlucho

Y si... la memoria familiar es una gran cosa, pero la transmisión oral tiene sus limitaciones.
Fíjense sino en la canción que hoy canta mi hija, porque se la he cantado yo desde beba, porque me la han cantado a mí y porque se la han cantado a mi mamá sus mayores.
130 años después de que mi familia la entonara en Cuneo (Italia), hoy suena así:
Chucho Berlucho avía una fía /Tara Banara la vulía...
Chucho Berlucho vulía pa deila / Tara Banara vulía rubeila...
Chucho Berlucho mandalo massé / Tara Banara tucai scapé.
Resumiendo: El tal Chucho tiene una hija que es pretendida por Banara. Papá Chucho se opone. El bandido Banara pretende robarla. Chucho amenaza con cosas malas. Banara huye.

Gracias a internet nos hemos enterado de otra versión, conforme ha sido publicada por alguien cuya nona, originaria de Mondovi (también Cuneo), se la cantaba.
Esta versión dice así:
Cicciu Balicciu avea na fja / Tara Manara la vuria
Cicciu Balicciu vuria nen deila / Tara Manara vuria pieila
Cicciu Balicciu avia rasun / Tara Manara furnia in prisun
Ambos recordadores nos hemos visto en la obligación de pedir disculpas por los errores que deben tener estos intentos de transcripción de antiguas canciones piamontesas, a cargo de quiénes no hablamos piamontés.

Debe sonar peor que un teléfono descompuesto... ¿no?

El caso es que, de un modo u otro, questa filastrocca se las ha arreglado para sobrevivir más de cien años, cambio de continente y transcurso de seis generaciones incluidos.

La imagen que adorna estas líneas la hemos tomado de Agenda Filastrocche, sitio en el que si bien no hemos encontrado referencia a la nuestra, contiene un montón de otras filastrocche como ésta que compartimos hoy.

Celia Tortul de Jordán

De chico a uno le pueden contar muchas cosas y uno puede entenderlas, pero a veces con el razonamiento no alcanza.

Eso me pasó a mi respecto de la existencia de mis abuelos maternos. Yo calculo que al día siguiente de nacida, mi mamá ya había empezado a hablarme de ellos. Para mis cinco años, Juan Giuliano y María Vaieretti eran tan reales como lo pueden ser las personas que uno no conoce porque viven lejos; no porque hayan fallecido.
De modo tal que, en ocasión de la primera visita a Montes de Oca de la cual tengo registro, no encontrarme con mis abuelos fue algo bastante consternante. Se ve que en algún rinconcito de la mente pululaba, alegre hasta ese momento, una fantasía en la que los abuelos aún estaban en Montes de Oca, tal como lo estaban en el recuerdo.

Los choques realidad / fantasía no son fáciles, pero siempre hay alguien que nos manda una ayuda desde arriba.

En este caso, la ayuda estuvo encarnada en la persona de Celia. Para decirlo fácil, Celia fue en ese momento, y en los sucesivos, testigo fiel y prueba viviente de que mis abuelos no eran una fantasía; de que habían existido y de que habían sido tal como mi mamá me relatara.

Ver a Celia fue y sigue siendo, ver a mis abuelos.

A ella y a su esposo Guillermo, que eran vecinos de Juan y María, les debo esto y muchos otros buenos recuerdos. Incluido aquél de una mesa en la que nos compartieran los mejores chorizos caseros que he probado. Compiten en la memoria con las vizcachas en escabeche de Zumelso Toia. Pero esa es, como tantas otras, otra historia.

Montes de Oca, Caracciolo, Amistad, Tortugas... algo de su historia según un occitano en Argentina

Hace rato que venimos hablando del Pago de las Tortugas y de las Colonias Caracciolo y La Amistad, sin dar ninguna referencia histórica sobre ellas. Quizá sea hora.

Yo entré en contacto con estos parajes gracias a la memoria familiar. Pero pude conocer algo más de su historia  de la mano de un Señor escritor e historiador occitano. Me refiero a Alejo Peyret.

Leemos:
"Mi última excursión, por esta vez, en la provincia de Santa Fe, fué para las colonias del ferro-carril Central Argentino. La historia de esas colonias se relaciona con la del ferro-carril del Rosario á Córdoba... Vamos, pues, á recorrer ese ferro-carril" (Peyret, Una visita a las colonias de la República Argentina, 1889)
El recorrido de Peyret (cuyo retrato vemos en la imagen de la izquierda) se inicia por colonia Bernstadt, también conocida como Roldan.
"Esta es la primera colonia fundada por la compañía... mandó á su agente don Guillermo Perkins á Europa para contratar los colonos que debia establecer en Roldan, á cuatro leguas del Rosario, punto donde principia el derecho de la empresa á las tierras cedidas por el gobierno según contrato..."
Cuenta Peyret que la primera remesa de colonos llega a Rosario en marzo de 1870 y las sucesivas en el transcurso de ese año. Los trabajos del ferrocarril correspondían al año 1863.

A la colonia de Bernstadt le siguieron en fundación las colonias de Carcarañá, Cañada de Gómez y Tortugas, también en 1870. Cada una se componía de ocho leguas cuadradas a cada lado del ferrocarril, haciendo en cada una un pueblo delineado y una estación de tren. Tortugas como colonia, tenía una parte en territorio de la Provincia de Santa Fe y otra en la Provincia de Córdoba.
Respecto de Tortugas, Peyret afirma:
"El Pueblo de Tortugas está mal situado, en un paraje bajo, anegadizo y que debe convertirse en un pantano cada vez que llueve; podría haberse hecho una mejor elección..."
Hace menos de un mes pudimos comprobar cómo siguen siendo acertadas estas palabras de Peyret.

En su recorrido Peyret se encuentra con una serie de colonias "en formación" al norte de Tortugas: Amistad (1875), Caracciolo (1876), Montes de Oca (1883)... junto a Los Troncos, Casal y Lewel. Según Peyret, estas colonias pertenecían a los Señores Larrechea, Bustinza, Echeorsa, Casas... "individuos del Rosario".
"... Allí los lotes son generalmente de 20 cuadras. La cuadra se ha vendido primitivamente á diez pesos oro; actualmente se vende á 40 pesos nacionales y aún cuarenta pesos oro... Los colonos no reciben anticipos, y deben pagar dentro de tres ó cuatro años, agregándose el interés á las cuotas vencidas... Se arriendan también terrenos; al principio el arriendo fué de un peso oro por cuadra, actualmente es de dos y dos medio nacionales. Los colonos no pueden criar vacas, como hicieron anteriormente, porque el terreno es demasiado caro; tienen, por consiguiente, que dedicarse á la agricultura, arando grandes estensiones de terreno, pero observando siempre que no varian bastante los cultivos, lo que puede con el tiempo tener serios inconvenientes. Trabajan con bueyes y caballos..."   
Específicamente hablando de Caracciolo, Peyret nos cuenta lo que le informa la autoridad en esta Colonia:
"El encargado de la colonia es un joven argentino, don Desiderio López, recien casado, juez de paz... Díceme que esta colonia ha dado mas que las otras, este año, habiendo producido diez fanegas por cuadra (de quince arrobas) por haber evitado la helada y la piedra. Sin embargo, el tiempo se ha vuelto amenazador; una tormenta parece prepararse; emprendemos la retirada, pasando al regreso á inmediaciones de la estancia del señor don Carlos Bouquet y de la cañada que forma el límite de ambas provincias, llegando á Tortugas á las cinco de la tarde, pocos momentos antes de la marcha del tren, que nos devuelve al Rosario á las nueve de la noche..."
Terminaremos diciendo que esta publicación del año 1889 corresponde a una compilación de correspondencia que fuera publicada bajo tal formato en el Diario La Tribuna. El autor aclara, al final de la obra, que los primeros 26 capítulos (incluido aquel al que corresponden los párrafos que citamos -Capítulo XXVI) son el resultado de la compilación de la correspondencia referida a una excursión realizada desde diciembre de 1887 hasta principios de mayo de 1888.
Es decir, Peyret anduvo por nuestros pagos, y nos relata sus impresiones, un tiempo después de la realización del Primer Censo de la Provincia y cerca de la fecha de conformación de Montes de Oca como Pueblo. Interesante casualidad, ¿no?

Seguramente vamos a dedicar otro post a hablar un poco de este personaje tan interesante de nuestra historia.

La imagen que acompaña estas líneas la hemos tomado de Información Cultural de Santa Fe.

La Reserva Ecológica Costanera Sud necesita de todos nosotros

Me ha llegado vía la Asociación Por la Reserva esta invitación que nos convoca a colaborar con el cuidado de un espacio tan valioso para todos.

RESERVA ECOLOGICA COSTANERA SUR
SEMANA INTERNACIONAL DE LOS HUMEDALES
Jornada de limpieza de la costa
sábado 6 de febrero de 8 a 10 hs.
Lugar de encuentro: por Viamonte frente a la cabaña
Se requiere inscripción previa

Los elementos de limpieza y de logística son provistos por la Administración. Recomiendan: llevar guantes, repelente, sombrero y calzado cerrado.

Asociación Por la Reserva nos recuerda que "...A partir del año 2005 nuestra Reserva Ecológica Costanera Sur fue declarada como un Sitio Ramsar, (Humedal de Importancia Internacional). Por este motivo junto a otras ONGs invitamos a participar de la Jornada de Limpieza."

Celebramos la iniciativa y estamos seguros de que será un éxito.

Montes de Oca en 1887: las familias según el Censo Provincial

Para el año en que se llevó a cabo el Primer Censo Provincial de Santa Fe (del 6 al 8 de junio de 1887), la actual Comuna de Montes de Oca aún no se había constituido como Pueblo. Esto tendría lugar recién a comienzos de 1888.
Leemos:
"El 18 de enero de 1888 el Gobernador de la Pcia de Santa Fe, Doctor José Gálvez, aprobaba "la traza del pueblo y colonia de Montes de Oca" razón por la cual se toma dicha fecha como fundacional, a pesar de que el poblamiento se hubiera concretado con anterioridad. El Escribano Don Ciro Echesortu inició la venta de los campos y el loteo de la planta urbana, tras alentar a las familias piamontesas a adquirir las tierras, allá, en Irigoyen..."
No es de extrañar, entonces, que toda la población censada en el Distrito de Montes de Oca (integrante, por ese entonces, del Departamento Iriondo), se encuentre consignada como población rural. El Primer Censo de la Provincia de Santa Fe nos está mostrando una foto de la conformación socio económica de la zona, previo a su reconocimiento como Pueblo y a la aparición de la población urbana.
En nuestro post anterior listamos los apellidos correspondientes a familias que declararon, al momento del Censo, como lugar de procedencia, Italia. De esos apellidos, vamos a destacar, ahora, aquéllos que más se repiten en el Distrito conforme a ese Censo, tomando el número de cinco individuos como base mínima para la selección.
Ellos son, por orden alfabético y aclarando el número de censados con mismo apellido:
Andisio (5), Bancotti (5), Bela (6), Bertino (8), Boetto (5), Bosso (5), Botallo (7), Chocolat (6), Desimondi (7), Escolani (6), Ghroin (7), Giordano (8), Grasso (5), Loetto (5), Magra (5), Marucco (22), Melano (5), Miotti (7), Munge (6), Ortis (5), Pali (5), Ramelo (7), Ramello (6), Robino (5), Simondi (8), Toia (30), Turai (5).
A continuación, destacamos de todos los apellidos censados en Montes de Oca en 1887, los que siguen presentes hoy en ese Pueblo. Ellos son:
Alemandi, Barbero, Bertero, Bertino, Boetto, Bonavia, Botta, Bruera, Ferrari, Ferrero, Grasso, Marucco, Porta, Ramello, Sampietro, Toia.
Actualmente no hay presentes Soppo pero sí Suppo; puede tratarse de algún error en la consignación del apellido en la ficha censal.
En 123 años, de 128 apellidos disitnos registrados en el Censo de 1887 en el Distrito de Montes de Oca, permanecen presentes sólo 16. Algo más del 12%.

Mismo trabajo hemos efectuado para Caracciolo. Junto con La Amistad, Caracciolo era, a la par de Montes de Oca, una de las colonias que integraban el conocido como Pago de Las Torugas. Hoy ambos parajes integran el territorio que conforma Montes de Oca.

Para la época de este Censo, nuestros Giuliano estaban ya radicados en Caracciolo.
Nos llevó algo de tiempo y esfuerzo confirmar este dato.

Fue un gran estímulo para nosotros la lectura del párrafo que sigue, escrito por la Señora Nicastro, gran estudiosa de la historia del Pueblo de Montes de Oca:
"Retomando el hilo del ayer, en el período fundacional recordamos que comenzaron a llegar, en la década de 1880, las familias al "Pago de las Tortugas"...
Algunos de sus nombres: los hermanos Francisco, Victorio, José, Juan, Lorenzo y Angela Toia; Juan, Domingo, Alfredo, Marcos y José Bertino; Andrés Rossa; Santiago Suppo; Felipe y Ambrosio Crosetti; todos piamonteses..."
No encontrar el apellido Giuliano entre los listados en este trabajo nos alentó a recurrir a las fuentes documentales, dado que por años se había repetido en la familia que Battista y su padre Chiaffredo habían sido unos de los primeros en llegar con su familia a la zona.
Gracias al Censo Provincial hoy podemos decir que la memoria familiar era acertada: los Giuliano integraron el grupo de las primeras familias piemontesas en asentarse en el "Pago de las Tortugas", aún antes que otras de las que se mencionan en el trabajo que citamos. Con el aditamento que el apellido Giuliano es uno de los que aún están presentes en la actual Montes de Oca, junto a los otros que listamos.

1887: Apellidos italianos presentes en Montes de Oca, Caracciolo y Campo La Amistad

Quisiera compartir con ustedes un listado de los apellidos correspondientes a familias de procedencia italiana, que hemos encontrado ya estaban presentes en Montes de Oca, allá por 1887, cuando se realizó el Primer Censo de la Provincia de Santa Fé.
Los listaré por orden alfabético y tal como aparecen registrados en las fichas censales, aunque reconozco que varios presentan diferencias en cuanto al apellido italiano correcto (incluidos nuestros Giuliano).
Los que aparecen en tipo normal son los apellidos de aquellos censados que han declarado proceder de Italia. En cursiva y en negrita, los que han declarado lugar de nacimiento específico, que expresamos entre paréntesis. Esto sólo hemos podido hacerlo respecto de los censados en Caracciolo, dado que, para el resto, no hay aclaración de lugar de nacimiento más que "Italia" o ninguna.

Aquí van los apellidos, entonces:
Acostello, Adria, Aimar, Alcantara, Alemandi, Aliani, Amato, Andisio, Andreas, Ariatelo, Armandi, Arnaldi, Arnardi, Avataneo, Aymone, Bacca, Baldi, Bancotti, Banroti, Barbani, Barbera, Barbero, Batistino, Bela, Bertero, Bertino, Bertorelo, Bodoni, Boetto, Bonavia, Bononini, Bosio, Bosso, Botali, Botallo, Botta, Bruera, Cabator, Cabroli, Calieri, Canlli, Capela, Capelini, Capra, Carelli, Carinto, Castaño, Chocolat, Croce,  Crosio, Cumba, Damiano, Desimondi, Donadio, Escolani, Felice, Ferrari,  Ferrero, Freisa, Galli, Gallina, Ghioni, Ghiraudo, Ghroin, Giordano, Gorria, Grandi, Grasso, Grato, Guadañini, Hunge, Jerrero, Lascano, Loetto, Magionino, Magra, Margaria, Marneo, Maruco, Marucco, Marucco Toia, Melana, Melano, Miotti, Moitre, Molinari, Monto, Munge, Nina, Noveli, Octaneo, Olivero, Ortis, Pali, Parucetia, Perasco, Peroni, Picato, Pietri, Pirata, Poccardi, Porta, Potero, Prase, Procetto, Rabino, Ramelo, Ramello, Remondi, Remoto, Robino, Rocha, Romani, Sagno, Sampietro, Santis, Sellara, Simondi, Soppo, Squerano, Sterpone, Testa, Toia, Torditi, Torri, Turai, Valero, Viliomco
Del mismo modo, listamos los apellidos correspondientes a familias de procedencia italiana que. según el Censo de 1887, estaban presentes en Caracciolo:
Acastello (Torino), Armandi, Audicio, Aymar (Cuneo), Balaria (Cuneo), Balario, Bartola (Cuneo), Bartole (Cuneo), Batista (Torino), Belmundo, Bertorello, Bianchi, Bollino, Bonaira (Cuneo), Bonalmen (Milano), Bonino (Cuneo), Bosso (Torino), Bovo (Torino), Bruno (Cuneo), Calandra (Torino), Canabesio (Torino), Capelo (Cuneo), Capello (Cuneo), Cavalera (Torino), Ceraseo (Torino), Contesa (Lombardía), Dalavianque (Lombardía), Duello (Cuneo), Enrrico (Cuneo), Estefano (Cuneo), Fantin (Cuneo), Ferrero (Torino), Ferro, Franco,  Giuliano, Gramalla (Torino), Gramallo (Torino), Grande (Torino), Gribaude (Torino), Guerra (Alesandria), Julian, Lissiarde, Lunyo, Malaria (Cuneo), Marego (Cuneo), Martinotti, Mellano, Meloni, Miotti, Mondino (Cuneo), Monllero, Mura, Pajero (Cuneo), Panza (Cuneo), Peolande (Cuneo), Polano (Cuneo), Questa (Cuneo), Racca (Cuneo), Rillio, Risso, Riva (Cuneo), Rosson (Cuneo), Rossono (Cuneo), Tortone (Cuneo), Valiengo (Torino)
A continuación, el listado correspondiente a los apellidos presentes en el paraje La Amistad:
Anjmar, Antonelli, Barbeiri, Beconti, Beltran, Cabiasa, Callieri, Caporni, Chivalero, Columbano, Depaolo, Dominici, Gabarni, Galian, Galiano,
Ghinaldo, Giordani, Granalli, Gribaldo, Guanini, Lorencino, Peretti, Prigiglio,
Pruccio, Quito, Risetti, Romano, Sola
En otro post les acerco la relación entre censados italianos y censados con "nación a la que pertenece" diferente a Italia. De cualquier modo, valga este post para impulsar un hermanamiento para la Comuna de Montes de Oca con un par cuneesi. Ya lo hemos propuesto en otra oportunidad. Hoy sólo lo reiteramos.

Juan Manuel Wendt

Hay personas que juegan un papel preponderante en nuestras vidas, sin siquiera darse cuenta de lo importante y decisivo de su intervención.
Juan Manuel Wendt fue una de ellas, para nosotros.
Compañero de trabajo, pero más que eso, amigo de papá, lo conocí antes de conocerlo por las anécdotas de sobremesa que los fines de semana se servían con el postre, despues del asado. A papá le gustaba mucho hablar de sus viajes a Provincia. Estaba lleno de anécdotas. Una en especial era la de una comisión al interior, creo que a San Juan, en la que un equipo llevaba orden de implementar unos trabajos de agua potable. Cristo sabe del año que estamos hablando. Sí recuerdo que el equipo integraba las huestes del, por ese entonces SNAP (Servicio Nacional de Agua Potable, como corresponde).
Todo mundo relevante estaba convocado ese día a un acto, razón por la cual no había quenque firmara los papeles. Las obras corrían el riesgo de quedar indefinidamente paralizadas.
Mi papá, expediente en mano, se dirigió en busca de la autoridad. Llegado al punto en que a la gente común se la interroga y, sin más trámite, se la manda de regreso por donde vino, mi papá contestó que traía documentación urgente de la Presidencia, para ser firmada por el Gobernador. Y así se hizo. La firma se obtuvo.
'Al fin y al cabo', decía mi papá, 'veníamos de la Presidencia del SNAP'.
La anécdota terminaba con la obra realizada, una gran expresión de satisfacción en el rostro de mi papá y una gran sensación de incredulidad de mi parte.

No fue hasta que cumplí 24 años que tuve oportunidad de visitar al Ingeniero Wendt en su casa. Ya jubilado y bastante delicado de salud, lo visitamos con mi marido al poco tiempo de casados.
El Ingeniero Wendt nos recibió con gran amabilidad y alegría. Mientras tomábamos el té, comenzó a narrar historias de vida compartidas con mi padre... incluída una (también puesta en duda por mí), en la que el Ingeniero Wendt intentaba, en una cena de gala, pinchar la cereza del postre sin éxito, hasta que la misma salió eyectada para dar en el rostro de un comensal importante, que no viene al caso mencionar. Lo que sí viene al caso es decir que, de entre el anecdotario del Ingeniero Wendt brotó, de repente, la historia del 'venimos de la Presidencia'. Cómplice, el Ingeniero se sonreía y se justificaba, diciendo que, de otro modo, esos trabajos nunca se hubieran realizado...
Creo que el Ingeniero Wendt nunca supo el bien que me había hecho. En ese momento me sentí apesadumbrada por haber dudado de la veracidad de las historias que contaba mi papá. Pero aliviada también: a partir de entonces, las tomé como verdades sancrosantas.
Hace un tiempo ví una película que me sorprendió presentándome, precisamente, este tema: The Big Fish. Resumiendo: padre que cuenta anécdotas de un modo y con contenidos tales que hijo termina dudando de ellas.
La película cierra con el funeral paterno, en el que se presentan todos los personajes que a lo largo de la película creímos, junto al hijo, eran sólo fruto de la imaginación de un padre fabulador.
El Ingeniero Wendt me hizo el bien de evitarme tener que llegar a ese momento para creer en las historias de mi padre.
A partir de allí, Wendt me honró, haciéndome sentir amiga suya y así lo sentí yo también hasta que, a los meses de habernos dejado papá, partió Wendt detrás suyo.

Las anécdotas que estarán compartiendo y de las que nosotros nos estaremos perdiendo.

Seguimos con la recuperación de la memoria: Bernardo de Bustinza

Hoy recibí un correo de alguien que me cuenta está trabajando en la reconstrucción de la vida y de la obra de Erik Gornik. Fue muy grato. Uno supone que hay otras personas que transitan caminos semejantes, pero de vez en cuando es bueno tener alguna confirmación :). Como que da fuerza.
Continuando entonces con personas importantes en la vida de nuestras familias, este post está dedicado a agregar algunas líneas sobre una que ha sido muy especial en la vida de mi madre: Bernardo de Bustinza.
Es con él que Nelly Giuliano se convirtió en Mara Marbe: hacia 1952 una audición  en LT8 de Rosario, le deja abiertas las puertas a la actuación en radioteatro. Es así como transcurren para Nelly, hermosos años en los que integra la Compañía de Bustinza en su calidad de damita joven.

Mamá recuerda a Bernardo Nusholtz (éste era su apellido verdadero o al menos así se pronunciaba; de Bustinza era su nombre artístico, inspirado en el lugar de su nacimiento en Santa Fé) como un hombre de gran capacidad y talento, no suficientemente reconocido por sus contemporáneos.
Mayoritariamente escritas por Juan Carlos Chiappe, sus obras -luego escenifcadas en Rosario y llevadas al interior en gira, gracias a esta compañía trashumante que portaba arte allí dónde era tan o más anhelado que el agua potable-, eran de calidad equivalente a cualquiera de las que en Buenos Aires se estrenaban prácticamente al unísono.
Pero las puertas de Buenos Aires no se abrieron para de Bustinza. Quizá, con los corazones que se abrieron a su obra y a su persona (porque logró tocarlos con su arte), sea más que suficiente.

Me sonrío leyendo
"Albina, cocinera oficial de nuestra casa y santa patrona de nuestros estómagos y digestiones, era huraña y malhumorada, pero extraordinariamente simpática cuando le funcionaban bien sus hormonas. Manteníamos con ella una pacífica relación de amor-odio que solo se veía alterada cuando Albina escuchaba a Bernardo de Bustinza. Este personaje lograba crear una burbuja ajena a todo lo que habitualmente ocurría en la casa. No nos visitaba físicamente, pero su voz inundaba la cocina, donde solíamos reunirnos para escucharlo. Albina se encandilaba con las radionovelas de Bernardo de Bustinza y nos imponía un silencio religioso. Transgredir las normas de la santa patrona de la cocina podía provocar el exilio inmediato, y sin miramientos, del transgresor. Nunca hubo necesidad de que Albina ejerciera sus despóticos derechos sobre el territorio que gobernaba pues Bernardo nos cautivaba a todos..."
Yo creo que los corazones que se abren son siempre bienvenidos. Pero no hubiera estado de más -ni menos lo estaría- un mayor reconocimiento público. Pienso: todos los recuerdos de la vida y de la obra de este gran hombre y artista son traídos de la mano por personas de a de pié, como usted, como yo. Provienen de la memoria (individual o familiar) de aquéllos que recuerdan a Bernardo de Bustinza con ternura, por el momento mágico que les hizo vivir, hace ya tantos años.
Ojalá entre todos podamos reconstruir parte de su tránsito. Se lo merece. Como el radioteatro, al que muchos han definido como uno de los grandes 'inventos argentinos'.

Una noticia, un apellido: a propósito de Redrado

Nomen omen, en el nombre está el destino.

Y sí... los apellidos son cosa seria. Pero a veces nos hacen sonreir.
Tomemos, por ejemplo un apellido... quizá uno de actualidad. Redrado, por caso.
No hemos encontrado ninguna referencia al significado de este apellido en la net, así que pedimos disculpas y lanzamos algunas reflexiones propias.
Redrado, presente y muy frecuente en el gallego medieval así como en el castellano antiguo, es una forma hoy en desuso, sinónima de arredrado.
Redrado es el participio pasado del verbo redrar (que deriva del latín retrahere y de ad retro, hechar atrás, desechar).
La mayor parte de las traducciones que hemos encontrado para redrado apuntan a estas palabras: "apartado, retirado, desechado, arrojado". También: "ahuyentado".
Pero hay una etimología no castellana sino aragonesa, que apunta a otra raíz. En los textos aragoneses, en especial en los jurídicos, redrar es utilizado en el sentido de reiterar, volver, sanear, restituir. Por tanto, redrado significaría "vuelto, saneado, restituido".
Un apellido: dos posibles interpretaciones. Dos orígenes... Dos destinos.

Vinos de Saluzzo

Para la época en que estaba por nacer mi bisabuelo Bautista Giuliano (Gio Battista Giuliano, Barge, 1851), Vittorio Angius publicaba su Dizionario Geografico-Storico- Statistico-Commercile degli Stati de S.M. il re di Sardegna (vol. XVII, Torino,1848) Respecto de Saluzzo y la vitivinicultura, Angius decía (pag. 135 y ss):
“...El producto no tiene ningún resultado sobre los montes altos, es mediocre en las colinas bajas y valles, muy importante en las colinas, y suficiente en las tierras bajas… En las colinas, las mejores expuestas al sol… la abundancia es general y los viñedos generalmente se mezclan con árboles frutales de diversas especies, e incluso verduras… El tipo de plantación de vid es de lo más variado en la Provincia... En Barge el modo de disponer la vid es casi igual al de la Provincia de Pinerolo, pero con bases no tan altas, las ramas no son tan largas y la vigas tampoco... La propagación y los injertos se hacen con gran cuidado y en cantidades considerables. Las enfermedades de la vid en el saluzzese provienen casi siempre de la humedad, por la que nacen ciertas plantas parásitas que hacen que las vides se marchiten por completo. Respecto de éstas son extremadamente nocivas las heladas extraordinarias…El granizo también, que no sólo destruye la cosecha del año sino la del que viene, si precipita grande y abundante en los meses de agosto y setiembre... Muchas son las especies de vid que se cosechan en esta Provincia, por la bondad de los vinos que se ofrecen... il puerperio, il tadone, In montanera, il dolcetto, la fresia, ed il nebbiolo pero este último no prospera tanto cuando la estación se vuelve demasiado húmeda… Entre la uva blanca se destacan il moscadelio, il bianchetto, la passerina, la bollana, il brossolà , la malvasia, il cascherolo, l'ostenga, il mescatellone, la passeretta. El mejor nebbiolo es aquel de la Colina de Castellar... Son preferibles para nuestra salud los vinos hechos con la uva llamada quajano y con aquélla llamada di avarena, y di avarenzo…Justamente resaltada es la uva que se llama pellaverga, que produce un vino diurético, un poco colorado y muy suave y dulce al paladar…”
Valgan estos párrafos para hacernos un panorama de las vides y el vino en Saluzzo, para la época en que nuestros Giuliano estaban aún en el Piemonte.

Una Papal muy interesante

Nos informa Nelly Giuliano, nuestra seguidora de noticias en los medios, que "...Benedicto XVI instó ayer a los sacerdotes a utilizar a fondo internet y las tecnologías de la 'nueva ágora' digital en su misión pastoral y evangelizadora. El Papa, en su mensaje con motivo de la 44 Jornada Mundial de la Comunicación Social (que se celebrará el 16 de mayo), calificó las nuevas tecnologías como 'un instrumento indispensable' y 'un gran recurso para la humanidad'. El Pontífice destacó, además, que 'estos medios permiten entrar en contacto con creyentes de cualquier religión, con no creyentes y con personas de todas las culturas'...al mismo tiempo, subrayó que su conocimiento y 'uso oportuno' de los nuevos medios les servirá 'para ayudar a las personas de hoy a descubrir el rostro de Cristo'..."
Celebramos la iniciativa del Santo Padre y, aunque no podemos afirmar que esto último sea posible a través de la tecnología de la información y de las comunicaciones (TICs), sí estamos seguros que éstas pueden facilitar enormemente a las personas acceder a la documentación que conservan las Parroquias en todos los países. Por tanto, esperamos con ansias que el llamado papal conmueva y convoque a todos los sacerdotes a cargo de las mismas ha incorporar el uso de las TICs en la materia. Específicamente, la de Las Rosas.



Esta imagen de Santa Rosa de Lima corresponde a la Iglesia de Las Rosas.
La hemos tomado del sitio oficial de la comuna de Las Rosas.

Quel Mazzolin di fiori: letra (en italiano y castellano)


Ultimo momento!!!
Por pedido del público, la letra en cuestión.
La imagen que acompaña este sitio la hemos tomado de http://www.coroalpinogruros.com.ar/descargas/Cancionero_Coro_Alpino.pdf
Para saber más...

El vino derramado en la costumbre de nuestros abuelos

Nunca que se ha derramado vino sobre la mesa, mi madre se ha enojado. Al contrario: se lanza presta y con dedos índice y mayor bien dispuestos, humedece las yemas sobre el derrame y nos marca la frente con la señal de la cruz, diciendo "Alegría, alegría!".
Esta costumbre viene de lejos en casa de los Giuliano-Vaieretti. El vino derramado es la oportunidad para encontrar y compartir una bendición, porque es interpretado como augurio de abbondanza.
Al parecer, la expresión original de la exclamación es "Divizia, divizia!" (del latin divitia,  riqueza). Bundansia en dialetto piamontés.
Este ritual es parte del arte de saber transformar la pena en dicha y la pérdida en ganancia. Pero, para ser efectivo, demanda de la colaboración del otro: así como la madre se dispone a distribuir la bendición, el resto de la familia debe disponer la frente para recibirla. Nada peor que echarse a un lado o, incluso, secarse la gota de vino que bajando por la nariz, está determinada cumplir su destino y llegar a la boca.
No acatar este mandato es, más o menos, renegar de la familia.
Marido cuenta que en su casa, también se hacía así. Lógicamente, porque su abuela Giavelli, como sabemos, provenía de Cuneo.
Dios los cría y el viento los rejunta... con vino en la mesa y esperando bendiciones.

Set básico del buen genealogista

Damos por sentado que los que hemos llegado hasta aquí tenemos un interés genuino por conocer nuestras raíces. Y que este interés va más allá de la urgencia o de la necesidad del momento.
Dicho esto, se me ha ocurrido que puede resultar de utilidad para otros que están en la misma, listar el staff que me ha acompañado a lo largo de este tiempo de búsqueda. Este post completa uno anterior, referido a algunas de las fuentes que hemos utilizado a lo largo de este tiempo.
El primer gran elemento, al que he dado en llamar, actitudinal, es en realidad un conjunto de virtudes básicas que acompañan a todo buen genealogista y que, de algún modo, deben estar presentes para sostener la motivación. Debo decir que algunas de estas virtudes no definían del vamos mi persona, razón por la cual me he encontrado en la necesidad de cultivarlas diariamente.
La primera: una actitud positiva y perseverante. No aflojar cuando se nos presenten escollos. Remontarse atrás en el tiempo puede ser tan difícil como predecir el futuro con cierto grado de éxito. Así que, a desarrollar una gran tolerancia a la frustración para lograr mantener el entusiasmo, aún ante la adversidad que nos impide avanzar en la ricerca. La segunda actitud: la celebración agradecida. Este agradecimiento debe incluir desde la persona que nos ha provisto del dato que anhelábamos, hasta a los antepasados que nos han ayudado, desde el más allá, generando una constelación favorable para que nuestro camino se cruzara con el de aquél que nos ha dado una mano. La tercera: solidaridad. Si es cierto que todos necesitamos de todos en la vida, en materia genealógica esta verdad es palmaria. Ser generosos genealógicamente hablando, además de definirnos como personas mejores, mejorará sin duda los resultados de nuestra búsqueda. La información que se comparte, necesariamente, crece porque se enriquece. Y, de últimas, como la tarea que usted ha decidido emprender es por demás solitaria, tendrá la suerte de rodearse de personas que, por compartir su interés y su pasión, sabrán apoyarlo ante la adversidad y se podrán felices con usted ante un descubrimiento. (Comentario al margen: ¿ha notado cómo algunos parientes lo miran cuando usted está deprimido y comenta que es porque no encuentra el nombre del tío segundo del chozno de su bisabuelo? ¿Ha reparado en sus caras cuando usted, feliz de la vida, sale a descorchar e invita ronda de tragos porque ha encontrado el nombre de la segunda esposa del hermano de su tatara? Pues bien, esta sensación de vivir alienado se termina cuando uno se da cuenta de que hay otras personas en el mundo que actuarían del mismo modo ante la misma situación).
El segundo gran elemento es uno conformado por una serie de habilidades, que hacen que el buen genealogista compita con los detectives y sea comparado con los historiadores.
Como detective, la primera de las habilidades es, ante la falta de certeza, vivir planteando hipótesis y tratar de ir contrastándolas con la información que vamos obteniendo. Por eso, para un genealogista, nada de lo que se sabe ni de lo que se va averiguando es descartable. Cada dato, cada punta, cada indicio es relevante. Porque puede estar abriendo la puerta para llegar a la información que nos interesa por un camino que, hasta ese momento, no habíamos explorado.
En este sentido, un buen genealogista valora en extremo la transmisión oral de la historia. Allí donde no hay papeles de seguro hay verdades que han sobrevivido en la memoria familiar, sin soporte papel ni digital. Y allí donde la documentación existe, estas verdades tienen la virtud de completar un panorama que, en su ausencia, sería bastante desolado en términos de una buena historia.
El genealogista debe ser ordenado, sistemático y contextualizado en el manejo de la información, tal como lo son los buenos historiadores. Debemos aprender a llevar nota de todo lo que vamos descubriendo, de las fuentes y de los recursos de búsqueda. Y, si somos adictos a la PC, tener back up/soporte papel de nuestro capital investigativo. Lo digo, lamentablemente, por experiencia propia.
Comentario especial merecen los recursos en internet: parta siempre de la convicción de que la información crece y se actualiza de modo constante. Si intentó una búsqueda y no obtuvo resultados, tómese la costumbre de repetirla al tiempo. Puede que se encuentre con que la información se ha actualizado y que lo que no encontró en la primera oportunidad termina apareciendo en la siguiente.
Lo de 'contextualizado' hace a la necesidad de investigar el momento histórico en el que vivieron nuestros ancestros. No podemos hacer historia familiar sin saber algo de la historia más amplia. Conocer esa historia siempre hace más efectiva nuestra búsqueda.

El tercer gran elemento es el de los recursos distintos a las actitudes y a las habilidades. Básicamente: tiempo y dinero. En nuestras sociedades, el tiempo (y el dinero) es siempre escaso. Pero también es cierto que uno va eligiendo, en cierta medida, a qué dedica el poco tiempo/dinero que le queda libre. Y tratándose de una actividad que uno no desarrolla apremiado por las circunstancias, tiene todo el tiempo que Dios le dé para ir dedicándole al tema. A veces basta con cinco minutos antes de dormirse o al despertarse, o incluso al concurrir al sanitario, minutos maravillosos en los que uno reflexiona sobre la información disponible y encuentra un nuevo camino por el que avanzar.
¿Hace falta dinero extra para hacer genealogía? Para todo hace falta dinero. Hasta para no hacer nada, salvo casos extremos. Pero dejando de lado esos casos, mi experiencia me indica que no. Llego a contabilizar una veintena de parientes que han viajado y han vuelto de Italia como cuando llegaron de España: sin nada nuevo que aportar en materia genealógica. Ustedes dirán: quizá no sea así; quizá no quisieron compartir lo que descubrieron. Siendo ese el caso, volvemos al párrafo en el que hablábamos de la solidaridad. Qué sentido tiene el descubrimiento si no se comparte?
Para cerrar, citare a mi marido, que me ha dado una frase estupenda para compartir con ustedes: de últimas, todos nos vamos a encontrar con nuestro árbol genealógico en los bosques de San Pedro. Así que a no desesperanzarnos: lo que no hayamos descubierto, tarde o temprano, nos será develado.

El Ciafré de Crissolo


Mirando el árbol genealógico de los Giuliano, Chiaffredo es un nombre que no sólo se repite generación tras generación, sino que es el nombre de nuestro ancestro más remoto: el padre de los dos Giuliano respecto de los cuales hemos encontrado registro más antiguo: Giuliano Gio Battista, que en 1721 estaba radicado en Cascina Parpaglia y Giuliano Tommaso, que, para el mismo año, vivía en Vía de Pagno y ya figuraba registrado en la Consegna del Sale como detto Boneva.
Buscando noticias sobre ellos es que encontré la historia del Santuario de Crissolo y de San Chiaffredo Mártir. Entonces entendí porque tanto Chiaffredo en el árbol.
En nuestra familia, los Santos han sido determinantes. A punto tal que yo tuve que nacer un 24 de setiembre, porque ese era el día de la Santa Patrona del Pueblo de Montes de Oca. Lógicamente, uno de mis nombres es, como corresponde Mercedes.
Pero volviendo a San Chiaffredo, el calendario litúrgico de la diócesis de Saluzzo (Cuneo) señala al 7 de setiembre como día de la fiesta de San Chiaffredo mártir al que Saluzzo venera como patrono principal.
La leyenda, conforme fue registrada por Guglielmo Baldesano hacia fines del siglo XVI, refiere, en dialetto, a un Ciafré (Chiaffredo, Jafredo o Teofredo) que fuera soldado romano, integrante de la Legión Tebana asentada en la Gallia.
Para la época de los Emperadores Dioclesiano y Maximiliano, Roma estaba empeñada en frenar a los bárbaros y en sofocar la rebelión de los pueblos.  La legión Tebana, comandada por el que después sería recordado como San Maurizio, llega a los Alpes y allí recibe la orden del Emperador de exterminar a todos los cristianos que no aceptaran convertirse al culto romano.
Como la mayor parte de los soldados de la Legión eran cristianos, se rehusaron a cumplir con la orden. Así fue como el Emperador dio la orden de ejecutar uno de cada diez soldados de la legión, mientras se rehusaran a cumplir órdenes.
Las ejecuciones no sirvieron para hacer cambiar de opinión a los legionarios, así que Maximiliano ordenó que la Legión Tebana fuera exterminada (22 de setiembre de 286 DC). Allí nacen mártires de la fe cristiana en el Piemonte, tales como San Maurizio, Esuperio y Cándido.
Chiaffredo se había refugiado en las montañas. Se habría dedicado a evangelizar a los pobladores todavía paganos hasta que, alcanzado por sus perseguidores, fue martirizado y ultimado en Crissolo, al pie del Mont Viso, en el año 290 de nuestra era.
Pero la leyenda continúa: cuenta la historia que un campesino, junto a su hija, se encontraba trabajando en la campiña con un arado tirado por bueyes. En ese momento, un trueno asustó de tal modo a los animales que atropellaron a la niña y  junto a ella, cayeron por el barranco. Lleno de espanto y desesperado, el padre de la niña comenzó a gritar pidiendo ayuda. Algunos vecinos acudieron a ver qué había sucedido. Descendieron por el sendero hacia el fondo del barranco. Temían lo peor.
Cual fue su estupor al llegar y ver a la niña sentada e ilesa con los bueyes rumiando plácidamente a su lado. Entonces, uno de ellos descubre a un lado una lápida de piedra. La limpiaron y leyeron: Ciafré. "¡Es nuestro mártir San Ciaffredo!" exclamaron. Esto sucedía allá por el año 522 DC.
Es sobre esa tumba que se levantó la pequeña iglesia que daría lugar a lo que hoy es el Santuario de Crissolo, en el cual se conservaron, por mucho tiempo, las reliquias del Santo, las que, en 1642 fueron llevadas a la catedral de Saluzzo. Entonces, el obispo diocesano Monseñor Agostino Della Chiesa, considerando la devoción popular por este Santo, lo declaró Patrono de la ciudad y de la Diócesis de Saluzzo.
Hoy, las reliquias han retornado a su Santuario, colocadas en una urna de madera dorada, donde se conservan.
La imagen que acompaña el texto, correspondiente al Santuario de Crissolo, la hemos tomado de Saluzzo Turística.