Aquí comparto algunos datos que encontré al tiempo que efectuaba búsquedas para dar con mis antepasados.
Se trata de apellidos presentes en nuestro árbol, pero ninguno con vinculación aparente, al menos, no por ahora.
Quizá alguno resulte de utilidad para ustedes.
Bugoni
Giacomo (Pecorara, 1889), hijo de Felice
Costa
Gaspare (Pianello Val Tidone, 1844), hijo de Antonio y Luigia Volpini
Giovanni Domenico Pietro (1844), hijo de Giacomo y Maria Agnelli
Bruzzi
Giuseppe Antonio Girolamo (Bettola, 1840), hijo de Francesco y Anna Bruzzi
Marco (Bettola, 1846), hijo de Antonio y Anna Cavanna
Paolo (Bettola, 1837), hijo de Giacomo y Domanica Stomboli
Pietro Antonio (Bettola, 1840), hijo de Giacomo y Lucia Freschia
Magistrati
Camillo (Pianello Val Tidone, 1843), hijo de Domenico y Giuditta Daprá
Luigi (Pecorara, 1842), hijo de Luigi y Teresa Braghieri
Varesi
Angelo (Pianello Val Tidone, 1843), hijo de Domenico y Luigia Varesi
Pietro Luigi Andrea (Pianello Val Tidone, 1842), hijo de Luigi y Giuseppa Braghieri
Pietro Antonio (Nibbiano, 1844), hijo de Contardo y Margarita Prati
Pietro Luigi (Pianello Val Tidone, 1843), hijo de Giovanni y Maria Montegori
Delfitto
Eugenio (Pianello Val Tidone, 1837), hijo de Giuseppe y Domenica Bozzi
Badarelli
Luigi (Nibbiano,?), hijo de Francesco
Cavallari
Serafino (Pianello Val Tidone, 1887-1915), hijo de Serafino
Begani
Enrico Ercole (Rivergaro, 1843) hijo de Gerolamo y Teresa Bianchi
Una para el lado Costa - Bazzari de la familia
Es maravillosa la sensación que uno siente cuando, tras horas, días, meses... años de búsqueda, uno da con un hallazgo genealógico.
Dicen que cuando uno busca... encuentra. Pero en materia genealógica uno puede terminar reconstruyendo el árbol genealógico de amigos, vecinos, conocidos... y no avanzar ni un milímetro por año respecto del árbol que le pertenece.
Encontrar algo referido a un antepasado, por más pequeño y minúsculo que sea el hallazgo, genera una sensación extraña. Es como si a través de ese nuevo dato, uno reconfirmara su propia historia. Como si todo lo que uno sabe, se volviera más real.
Así pasó gracias a Francesco Antonio, hijo de Pietro Costa y Aloisia Bazzari, a quién encontramos entre I Combattenti Piacentini per l'Unitá.
Francesco Antonio, nacido el 2 de noviembre de 1843 sería hermano de Adele Costa, la madre de mi abuelo. Es decir, sería mi tío bisabuelo, soldado del 72° Regimiento de Infantería, actuando en la Campaña de 1866, matrícola 752, registro 2.
Nada más. Un milímetro. Pero como un montón.
Dicen que cuando uno busca... encuentra. Pero en materia genealógica uno puede terminar reconstruyendo el árbol genealógico de amigos, vecinos, conocidos... y no avanzar ni un milímetro por año respecto del árbol que le pertenece.
Encontrar algo referido a un antepasado, por más pequeño y minúsculo que sea el hallazgo, genera una sensación extraña. Es como si a través de ese nuevo dato, uno reconfirmara su propia historia. Como si todo lo que uno sabe, se volviera más real.
Así pasó gracias a Francesco Antonio, hijo de Pietro Costa y Aloisia Bazzari, a quién encontramos entre I Combattenti Piacentini per l'Unitá.
Francesco Antonio, nacido el 2 de noviembre de 1843 sería hermano de Adele Costa, la madre de mi abuelo. Es decir, sería mi tío bisabuelo, soldado del 72° Regimiento de Infantería, actuando en la Campaña de 1866, matrícola 752, registro 2.
Nada más. Un milímetro. Pero como un montón.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)