Es maravillosa la sensación que uno siente cuando, tras horas, días, meses... años de búsqueda, uno da con un hallazgo genealógico.
Dicen que cuando uno busca... encuentra. Pero en materia genealógica uno puede terminar reconstruyendo el árbol genealógico de amigos, vecinos, conocidos... y no avanzar ni un milímetro por año respecto del árbol que le pertenece.
Encontrar algo referido a un antepasado, por más pequeño y minúsculo que sea el hallazgo, genera una sensación extraña. Es como si a través de ese nuevo dato, uno reconfirmara su propia historia. Como si todo lo que uno sabe, se volviera más real.
Así pasó gracias a Francesco Antonio, hijo de Pietro Costa y Aloisia Bazzari, a quién encontramos entre I Combattenti Piacentini per l'Unitá.
Francesco Antonio, nacido el 2 de noviembre de 1843 sería hermano de Adele Costa, la madre de mi abuelo. Es decir, sería mi tío bisabuelo, soldado del 72° Regimiento de Infantería, actuando en la Campaña de 1866, matrícola 752, registro 2.
Nada más. Un milímetro. Pero como un montón.
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