Por una cosa o por otra, la rama Bugoni es la más descuidada de mi árbol.
Y no se vaya a pensar que es por falta de voluntad o por poco esfuerzo... No quiero entrar en detalles respecto de la cantidad de años que hace que estoy dando vueltas en torno a los mismos antepasados.
Hay muchas explicaciones lógicas para esto. La primera: gracias a que Don Bugoni abuelo tuvo a bien dejarle un certificato di nascita al primo Antonito Vezzato y gracias que éste tuvo la gentileza de darme una copia... es con esto que pude retroceder a padre y madre de abuelo. No more.
Por causa de esto, en más de una oportunidad se me reclamó haberme quedado con el papel y el pasaporte del nono, documento este último que en la vida tuve oportunidad de ver. Vaya a saber, lo habrán perdido. O estará guardado junto con las medallas y demás efectos personales que, para variar, quedaron en otro sector más favorecido de la familia.
Ahora sí: gracias a la intervención divina, pude dar con este señor del grupo Pandora que contactó al Párroco de Pianello Val Tidone y, sin obligación de ningún tipo, por pura generosidad, me hicieron llegar copia de las actas de bautismo tanto de mi abuelo, como de su hermana Paola Rosa Bugoni. Documentos a partir de los cuales pude subir un nivel más y llegar a los que serían tataras.
And that's all folks...
Ahora: no vayan a pensar que no queda nadie en la familia local que sepa algo de nuestros orígenes. Los hay, pero evidentemente no comparten el mismo entusiasmo. O no gustan compartir información, o no gustan de hablar.
Y tampoco vayan a pensar que no ha quedado familia en Pianello: la hay, pero, o no comparten el mismo entusiasmo, o tengo serias dificultades para darme a entender en italiano. Básicamente, las palabras que utilizo son aiuto, ricerca, antenati, parenti... Es gracioso, pero ni siquiera he logrado determinar cómo es que estoy emparentada con esta gente... simplemente porque esta gente no se ha preocupado por llegar más arriba de la altura de su respectivo nono... Y eso que están en Pianello... ¿será de Dios que Dios le de banquetes al que tiene dientes pero prefiere morir por inanición?
Dice mi marido: los caminos de Dios son inexcrutables. En realidad, él que decía esto era el Pastor Miguel Angel Robles, que fue él que nos casó. Si él lo decía, así será. No le vamos a andar discutiendo a un Pastor.
Pero la situación no deja de resultarme, como mínimo, asombrosa.
Asombrosa en especial porque la mayor parte de la ayuda que he obtenido, no la obtuve de la familia. Asombrosa, porque el entusiasmo y las alegrías no las pude compartir con familia, por la sencilla razón de que la familia no responde...ni en sentido figurado ni en sentido literal.
En más de una oportunidad tuve el impulso de llamar a la Tía Blanca y preguntarle... Y la he llamado... pero, promediando la conversación, me queda claro que no es posible superar la parte en que ella (o sea, yo) saluda y responde preguntas sobre la situación económica en la que quedamos fallecido padre...
No me queda más que confiar, entonces, en que, algún día, alguien, de apellido Braghieri, Dapra, Costa, Badavelli, Rocca... o Perina... o cualquiera de los apellidos que aparecen vinculados al nuestro en las bases de Family Search, se apieden de este paria genealógico y lo adopten en su árbol.
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