Era lógico. Mi tío había enviudado recientemente y la familia vivía aún en la Chacra. Al principio, estas Fiestas se festejaron con la presencia de mi abuela María. Luego, con mi abuelo Juan ya viudo. Al tiempo, sólo con mi tío y primos.
Yo todavía no había nacido.
Mis papás no eran ricos. Al contrario. Por esos años mis padres estaban peleando el descenso, como se dice por estos pagos. Pero eran creativos, relativamente jóvenes y tenían fuerza, amor y esperanza. Entonces lograban suplir las carencias económicas, con habilidad y entusiasmo.
Eran artimañosos, como decía mi papá.
Así que los regalos que llevaban, mayormente eran regalos handmade, esos que hoy son casi un lujo, pero para aquellos años no tenían el marketing que tienen hoy (mis papás siempre estuvieron mínimo 20 años adelantados para su época). Mi mamá preparaba vestidos para las niñas, trajecitos para los varones. Y cuando llegaba, hasta los colchones que tenían que llevar a los internados mi madre les preparaba a los sobrinos.
Mi papá hacía los juguetes, al estilo Papá Noel. Y cuando dió para comprarlos hechos, como aquél metegol de mesa, que era boom del momento, se las arregló para construir una valija de madera en donde transportarlo.
En uno de esos viajes, hasta un árbol navideño se preparó mi papá, con pesebre y todo.
Ya han pasado muchos años de esto. Todos hemos armado muchos arbolitos, algunos nuevamente con los parientes. Otros en casa. Arbolitos más bonitos, quizá, que el que hizo mi padre para aquéllas Fiestas, pero llenos del mismo amor con que él pudo armarlo.
Recordando las Navidades pasadas es que quisiera hacerles llegar a todos este saludo, rescatando la importancia de la familia y del amor que uno le pone a las cosas que hace.
Esta Navidad va a ser diferente.
Esta Navidad vamos a tener un Arbol muy especial.
Un árbol que es nuevo, pero muy viejo a la vez.
Uno compartido por todos nosotros, hecho con el amor de nuestros antepasados.
Uno que crece con nosotros.
Uno que continuará, con Dios quiere (como decimos en el campo), luego de nosotros.
Llenos de estrellas especiales; los retoños de nuestras familias.
FELICIDADES!
Questo Natale sarà diverso.
Questo Natale avremo un albero molto speciale.
Un albero che è nuovo, ma anche molto vecchio.
Un albero condiviso da tutti noi, fatto con l'amore dei nostri antenati.
Un albero che cresce con noi.
Uno che continuerà, a Dio piacendo, dopo di noi.
Pieno di stelle speciali, ai bambini nelle nostre famiglie.
COMPLIMENTI!
No me voy a poner a brindar desde ahora por este Arbol, pero, la verdad, motivos no nos faltan.
Saludos muy especiales para todos los amigos italianos, a los que quisiera les llegara nuestros cariño, pese a las dificultades que tengo para comunicarme en el idioma. Caro Saluti e Buon Natale per tutti le amici e parenti italiani!
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