Federico I, Barbarroja para los amigos, se ve que fue todo un personaje... Allá por el año 1155, recién asumido, se le dió por introducir reformas tendientes a modernizar la administración pública del Sacro Imperio Romano Germánico.
Epoca complicada aquélla. La descripción del contexto da para varios post y un par de cerebros más además del mío... que a esta hora gracias que da para no escribir varios con b larga.
El caso es que ni bien fue entronado, Federico, con su modo tan particular, sacó una ley por la que instituyó un par de normas muy interesantes en materia de nomi e cognomi. Debo aclarar que lo que les voy a contar sobre esta ley es puro boca de ganzo. Por más que he hecho, no he dado con el texto de la norma, ni siquiera en infoleg... :)))))
Confiando en la fuente les comento que por esa ley Federico modificó drásticamente el sistema consuetudinario que venía rigiendo la materia desde varios siglos... tomado del derecho romano y basado en una consecuencialidad de tres o cuatro nombres. A partir de questa legge imperiale, las familias tendrán un cognome que variará según la jerarquía en la pirámide social: para los nobles, el apellido será el nombre del feudo o territorio, por siempre, aunque éste se modifique o cambie. Para los notables, el apellido será el nombre de un antepasado ilustre. Para los trabajadores o artesanos, el nombre de su oficio.
En el caso de los hebreos, el apellido estará dado por el nombre de una ciudad importante o un nombre ligado a la religión judía... En el caso de los escuderos, mayormente de ascendencia longobarda o germánica y siendo hombres libres, ya venían agregando al nombre de un santo otro correspondiente a un animal secreto. Questo segundo nombre pasa a ser, en el marco de la nuova legge imperiale, el cognome correspondiente a los escuderos.
El caso es que llegué a esta sucinta explicación, intentando dar con alguna noticia respecto del apellido Castagno, presente tanto del lado de mi bisabuela Marconetto (que era hija de una Castagno de Barge), como del lado de mi bisabuela Palmero (que era hija de una Castagno, Cristo nos diga en algún momento de dónde...). Hete aquí que los apellidos de este tenor (me refiero a Castagno), se originan en esta Ley de Federico, que consideró apropiado renombrar a todos los siervos de la leva, adjudicándoles, como apellido, el nombre correspondiente a un vegetal. No es chiste, eh. Miren la fuente si no confían en la traducción.
No sé por qué, pero se me ha dado por pensar en estos proyectos que andan circulando desde hace un tiempo, con el objeto de modificar el sistema de representación de los partidos y avanzar hacia un modelo en que los mismos representen no a ciudadanos sino a estamentos sociales (partido del campo, de los obreros, de los profesionales liberales...). De prosperar, que ya sería todo un tema, espero que a nadie se le dé por teñirse la barba de colorado (o dejársela crecer) y acompañe el proyecto con una modificación del Código Civil, obligándonos a cambiar el apellido. La verdad... territorio no tengo, antepasado ilustre... mmmm... mmmm... cof, cof.... Estemmmm... Judía no soy.... escudera o longobarda tampoco.... Estemmm.... artesana.... (¿valdrá tejer alguna cosa al crochet?)... ¿Qué decir?: de ser así y no habiendo más remedio, eligiría de apellido, Girasola. Me encantan esas flores. Cómo giran.
Espero que nos dejen eligir, al menos, el vegetal que nos cognomizará. Algo de democracia nunca está demás mantener. Creo. No sé. Porque ahora se escondió el sol y mis pétalos se están cerrando.
Hola Mara
ResponderEliminarContando con que tus pétalos ya se hayan abierto, quiero decirte que tu nueva entrada, si bien me parece interesante, me deja perplejo en cuanto a la aparición de los apellidos en la Italia septentrional. Me pregunto si lo que establece la supuesta ley de Federico I no se aplicaba solamente en la parte norte del imperio (Alemania). Según Emidio De Felice, autor del Dizionario dei Cognomi Italiani, "la fijación de los apellidos se da más tardíamente [que la de los nombres], entre fines de la Edad Media y comienzos de la Edad Moderna".
Seguiré investigando y, desde luego, leyéndote.
Un abrazo
Hugo Allloa
Hola amigo!
ResponderEliminarPues sí, a mí también me sorprendió el hallazgo... por eso mi comentario en torno a la fuente que les cito en el post. En realidad parece una obra seria, de autores serios, auspiciada por organizaciones serias... como el Archivio di Stato de Torino, la Biblioteca Nacional Universitaria de Torino... una lista muy extensa que pueden ver en las primeras hojas de la publicación, gracias a Google Books (les juro que no tengo acciones en Google...)